Si bien las cosas nunca fueron normales entre ellos, su relación careció de sentido desde el comienzo, dos extraños buscándose y conociéndose, ambos amándose en secreto y sin embargo teniendo miedo de perder algo que ni siquiera tenían realmente, aun así algo nació, solo requirió un poco de coraje, un poco de valor y riesgo, una o dos palabras no se podría decir realmente, tal vez ni siquiera fue una palabra si no simplemente una acción, posiblemente solo fue el momento o lo fue todo a la vez, es imposible saberlo realmente, pero es lo curioso de las relaciones humanas y de las relaciones amorosas, puedes buscar mil y un razones para intentar describir el comportamiento de alguien, pero al final del día y al final de cada cosa solo la persona que lo realiza está completamente convencida de sus acciones y razones, y como sabemos su relación nunca fue normal.
Incluso ahora ni ellos dos saben cómo sucedió, pero en algún momento de su tiempo compartido dejaron de ver a un amigo en la otra persona y comenzaron a ver algo más, y antes incluso de poder expresarlo se comenzaron a preocupar uno por el otro, su relación nunca fue normal y no tendría por que serlo, solo se cuidaban el uno por el otro, sin etiquetas y sin obligaciones o compromisos, solo el placer de cuidar uno del otro.
Y si bien los sentimientos crecen en silencio llega el momento donde es necesario expresarlo, o más bien el momento donde tus sentimientos te dan la pauta a expresar verbalmente lo que sientes, y solo dejarlo salir, así la primera noche que Carlos se quedó a dormir en casa de Luis, esa noche donde la excusa como otras veces había sido una serie de televisión de los 90s, no podían creer lo nerviosos que estaban, habían pasado algunos meses desde que se conocieron por primera vez, meses que ahora parecían otra vida pero en ese momento, esa noche, en esa cama, estando tan cerca uno del otro sus mentes poco a poco comprendieron que todo estaba por cambiar, no se trató de una noche de sexo desenfrenado o de una noche de pasión sin sentido, el hecho es que al inicio estaban intentando mantenerse alejados uno del otro y respetar el espacio entre ellos aun cuando internamente deseaban saltar y abrazarse uno al otro.
Todo fue tan inocente, simplemente se acomodaron en cama hasta estar en una posición cómoda para dormir, claro al final terminaron abrazados sin saber la razón al inicio y sin miedo, el miedo dejó paso a la seguridad y en ese tierno abrazo vieron reflejados la realización de sus deseos, deseos que habían reprimido y que expresaron sin hablar desde el fondo de su ser y aun así lo comprendieron, se comprendieron uno al otro y comprendieron que el cariño que tenían era correspondido, entendieron que sus miedos eran infundados y que en ese momento en ese lugar no necesitaban más. Duró solo un instante, un instante que pareció una eternidad y al mismo tiempo fue fugaz; pero existió, ambos lo vivieron y el recuerdo estaría con ellos desde ese momento, expresar todos los sentimientos escondidos sin utilizar palabras los llevó a una nueva etapa de éxtasis y de amor tanto propio como por el otro.
Después de eso se entregaron a la expresión pura de su amor, olvidándolo todo y a todos, se entregaron uno al otro sin medida ni límite, una noche de sentimientos carnales, donde cada caricia los acercaba más a ser uno, olvidaron los problemas que pensaron tener, olvidaron que fueron dos extraños y olvidaron que la noche tenía un fin.
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