Lo Que Vivimos
Pero todo
momento tiene un fin y si bien nada salió mal ninguno de los dos estaba seguro
sobre que significa, claro estaban seguros de que no eran amigos, ¿pero eran
acaso algo más?, ¿cómo llamar ahora su relación?, ¿Que eran?, ninguno de los
dos lo sabía en ese momento pero por qué arruinar un momento como este pensando
en cosas triviales, una sonrisa de Carlos cambió el ambiente y las dudas se
alejaron de la mente de Luis; ¿acaso dos personas no pueden amarse y
demostrarse amor mutuo sin recurrir a una etiqueta para nombrar su relación?.
Cuando las
cosas pasan naturalmente se sienten bien, se sienten tranquilas y sobre todo se
tiene el sentimiento de que así es como debería ser; para Luis y Carlos esa
noche que vivieron fue el inicio de una relación diferente a las que habían tenido
antes, una relación sin etiquetas sin límites impuestos, una relación construida
desde las bases del cariño, el deseo y el respeto. Claro esto podría ser tomado
como demasiado idealista o inclusive fantasioso, pero así fue como comenzó su relación,
su cariño mutuo fue lo que los llevo a pasar por muchas situaciones diferentes.
Aunque al
inicio su cariño fue solo un secreto entre los dos, con esos momentos robados
de días comunes eran en verdad lo mejor que tenían, tras su primera noche
comenzaron a verse aún más, tanto Carlos como Luis se buscaban mutuamente, sentían
esa necesidad de cuidarse uno al otro, para Luis la sonrisa de Carlos era
motivo suficiente para alegrarle el día, podría olvidarse de sus problemas y
todos sus pesares solo con verlo, en ocasiones cuando estaba a su lado solo por
unos momentos, por unos preciosos momentos olvidaba todo y solo pensaba en
Carlos, en su sonrisa, en sus ojos y en la forma de hablar.
Carlos por su
parte a veces no sabía que sentir por Luis, desconfiaba de sus sentimientos, no
sabía del todo lo que pasaba en él, claro se sentía muy bien a su lado, como a
Luis lo invadía una felicidad enorme estando a su lado pero cuando se veían
para cenar o ir al cine o solo caminar se sentía incómodo, no le gustaba la
mirada de algunas personas cuando las cruzaban, tampoco se sentía muy cómodo
con las muestras de cariño de Luis, después de todo y a diferencia de este él
no era abiertamente gay, es más había tenido alguna relaciones con algunas
chavas anteriormente pero aun así y aun contra ese miedo que reinaba en ocasiones
dentro de sí le gustaba estar junto a Luis, poco a poco se había enamorado y
aun no sabía que tan profundo.
La primera
prueba a la que se enfrentaron fue su primera cena fuera, no era la primera vez
que salían juntos es verdad, pero era la primera vez que salían después de todo lo que estaban vivieron, habían decidido ir a cenar a un
restaurante en el centro, uno al que habían ido anteriormente; todo fue normal
hasta que comenzaron a cenar, Luis sin pensarlo y sin importarle nada ya el
único que le importaba era Carlos intentó ser cariñoso con él, algo que hasta
el momento nunca molesto a Carlos pues siempre había sido en privado por lo que no se esperaba la reacción de este.
No fue un gran
gesto, solo fue una sonrisa y el intento de jugar con su cabello, estaba sentados en una mesa pequeña próxima a
un balcón en un primer piso, afuera la
noche comenzaba a caer y el frío qué dejó la lluvia a su paso daba como
resultado un ambiente hogareño y relajado dentro del restaurante, el murmuró de los otros comensales hacía de
la velada más amena, hasta ese momento
todo había ido muy bien razón por la cual se dio la situación. La respuesta de
Carlos fue retirarse con algo de molestia y lanzar una mirada significativa, no
le agradaba para nada y claro Luis se sintió algo herido.
- disculpa no
me siento muy cómodo con las muestras de cariño en público.
-
comprendo, está bien no te preocupes
- aunque fue la respuesta de Luis la
verdad es que por dentro se sintió rechazado,
hubiera comprendido qué la situación se diera si hubiera intentado
besarlo o tocarlo de alguna forma incorrecta para el lugar donde se encontraban, pero era solo una caricia, algo hasta absurdo y era ese mismo absurdo lo
que aumentó la molestia - qué tal está
tu cena, - la cena continuó normalmente aunque el
sentimiento estaba ahí en un rincón de la mente de Luis, no podía culparlo pero era algo de lo que no
habían hablado antes, ni tampoco lo
había esperado.
Al terminar la
cena caminaban un poco antes de irse,
esa noche se quedarían en casa de Luis
aunque siendo sinceros el ambiente entre ellos estaba algo tenso, existen varios tipos de personas, algunas
le dan valor a los grandes gestos que los otros hacen, otras a las pequeñas acciones que se hacen en
el día a día, también están las qué valoran todo lo bueno y lo malo lo pequeño
y lo grande de cada gesto y acción; es complicado comprender como piensa la
otra persona, Luis por su parte
intentaba aceptar todo lo que la vida le daba pero tenía la terrible costumbre
de fijarse en los detalles, los detalles
según él son importantes, sobre todo
aquellos que hacemos de manera inconsciente los que no controlamos, estos para él revelan más sobre una persona
que horas hablando, no se trata de saber
del todo como es alguien, solo que esos
detalles te da una idea más profunda de sus verdaderos sentimientos.
Carlos por su
parte pensaba que el valor de las decisiones difíciles era lo importante, para el los detalles pasan a veces a ser algo
trivial puesto que no era algo que hiciéramos pensando en hacerlo, para el importaba más que decidiera estar con
alguien a la forma como hiciera o dejara de hacer algo. Por lo cual para Carlos
aunque si noto la molestia de Luis no pensó en explicar su proceder de manera
inmediata, después de todo también era
su decisión cómo se comportan en público.
Esa noche
dormirían en silencio, Carlos aun
después de haberle explicado a Luis qué no se sentía cómodo con esas muestras
de cariño en público ya que su familia aun no sabía nada realmente sobre
ello, aun podía sentir el malestar de
Luis, no es que Luis no lo entendiera,
lo entendía y lo entendía muy bien era simplemente un sentimiento de
impotencia y resignación, nunca imaginó tener una relación así, pasó años para lograr que lo que digan las
personas no lo afectará y poder ser él mismo en todos lados, esa también era la razón por la que entendía
a Carlos, no es algo sencillo y menos si
los más cercanos a ti no te andaban, y
de nuevo recordó el miedo de haberlo dicho a todos y los amigos que perdió al
hacerlo.
-Disculpa lo de
hace rato, no era mi intención
molestarte y se que te molestaste no intentes ocultarlo, nunca antes había
salido con alguien al menos con otro hombre, eh tenido experiencias con mujeres
y claro también con hombres pero generalmente solo era de nos vemos hacemos
cosas y ya, si eh tenido relaciones pero siempre demasiado discretas. Contigo
estoy yendo un paso más allá de donde solía estar cómodo. - y ahí estaba una de
las pocas revelaciones no explicadas por Carlos hasta ese momento, claro Luis
conocía algunas historias de sus “quereres” pero no conocía realmente la
historia completa de lo sucedido.
- Comprendo,
gracias por explicármelo y si me sentí un poco rechazado en ese momento, pero
comprendo yo tuve momentos difíciles también hace unos años, con el tiempo se
hizo más sencillo, aunque aún lo recuerdo - suspirar, algo relacionado
comúnmente con el recuerdo de alguna experiencia que genera sentimientos
profundos, y asi en ese momento un suspiro un abrazo y el mundo está en paz.
¿Cómo describir
los momentos de felicidad entre dos personas?, ¿cómo describir la felicidad que
ellos dos tienen?, no hay forma de medir, al menos de una forma coherente la
felicidad, científicamente es la reacción del cerebro a la estimulación de
ciertos químicos producidos por el cuerpo en determinadas condiciones y estados
de ánimo, y aun así es solo una forma de decir que somos presas de nuestros
impulsos, que no tenemos control real
sobre la felicidad o el amor; no somos diferentes a los animales cuando estamos
enamorados, recurrimos a nuestros instintos, para proteger al otro, para
demostrar nuestros sentimientos, para demostrar que nos importa.
La vida de
ambos cambió, se volvió una y ellos compartieron más y más, pero después de
todo somos humanos, nos equivocamos, somos seres imperfectos que mutan, cambian
y evolucionan constantemente y no siempre a raíz de buenas elecciones o de
buenos momentos. Si somos responsables de nuestras propias elecciones pero nuestras elecciones pueden ser
influenciadas por tantos aspectos de nuestra vida que ¿quién puede decir que
siempre a hecho lo mejor?, ¿acaso alguien es capaz de predecir el resultado de
una línea continua de acontecimientos fortuitos que conlleven a un resultado favorable
para todos?, nadie puede predecir el
futuro y nadie puede saber cuándo una acción pueda cambiar al mundo, o en el caso de ellos, su mundo.
Curioso es que
mientras más pasa el tiempo vamos olvidando algunas cosas, para Carlos fue
olvidar ese temor que tenía dentro de él, y con el tiempo su relación fue
creciendo llego el punto donde inclusive vivían juntos ni siquiera lo notaron
cuando paso, un día solo se dieron cuenta que pasaban día tras día durmiendo y
despertando juntos, no estaba planeado y nunca hablaron de ello solo lo
hicieron, vivieron juntos y pasaron cada noche disfrutando uno del otro.